Diario La Tercera
24/02/2007
24/02/2007
"Sonó la campana, llegó el profesor, se inician la clase, hay que dar la lección" ... era un verso enseñado con cari�o por los maestros y maestras en las viejas escuelas.
Hoy, al inicio de un nuevo año académico miles de estudiantes, profesores y apoderados saldrán en busca de un medio eficiente de transporte para llegar oportunamente a clases. Lo normal en muchos países desarrollados, de mejor calidad de vida, es hacerlo en bicicleta.
Autoridades, directores de colegios y universidades deberían dar las facilidades e incentivos necesarios para promover el uso de este medio de transporte económico y no contaminante en sus instituciones. Miles niños y jovenes y padres deberían contar con: ciclovias, estacionamientos vigilados en el Metro y estaciones de transferencias, una señaléticas ad-hoc en las calles y cicleteros en sus centros educacionales.
Parte de una buena educación es inculcar a los jovenes ciclistas el respeto a los peatones, las normas del tránsito, el uso de casco, luces y reflectantes. A los automovilistas y conductores de buses el cuidado de nuestros alumnos en las calles.
Está demostrado científicamente que realizar la actividad física por parte de los jovenes y adultos mejora el rendimiento académico, evita el sedentarismo y disminuye la agresividad infanto-juvenil.
Los Ministerios de Transporte, Educación, Salud y Alcaldes deben ocuparse, de una vez por todas, de estas materias políticas interdisciplinarias y tener una coordinación presidencial, como sugiere el arte del buen gobernar.
El Congreso Nacional, por su parte, debe legislar a favor de la bicicleta como medio alternativo y complementario de transporte por razones ambientales, económicas, energéticas y de salud de la población.
El Congreso Nacional, por su parte, debe legislar a favor de la bicicleta como medio alternativo y complementario de transporte por razones ambientales, económicas, energéticas y de salud de la población.
Omar Villanueva Olmedo